Seguimos con las curiosidades y anécdotas que nos trae esta Revista sobre Micología, editada por la Sociedad Micológica Cántabra.
Continuamos con influencias francesas, donde un Louis François Luc de Lignac escribió sobre la influencia psicotrópica de los hongos
LA MUY TRAÍDA Y LLEVADA AMANITA MUSCARIA
Louis François Luc de Lignac, médico y escritor, reconocido por obra de materia médica titulada “De l’homme et de la femme considérés physiquement dans l’état du mariage”, publicada en 1772, donde hace un extenso recorrido por las teorías desarrolladas por otros autores en relación a los diversos aspectos que intervienen y determinan el éxito o el fracaso en la reproducción humana.
Y es precisamente en el capítulo que dedica a las sustancias afrodisiacas, donde asegura que todos los pueblos de la Tierra desde que se tiene noticia, han hecho uso de materias psicotrópicas en mayor o menor grado.
Así pues, explica que su consumo ocasiona temblores o convulsiones en todo el cuerpo, seguidos de un estadio de embriaguez y delirio semejante al que produce la fiebre alta. Alucinaciones, fantasmas, alegres o tristes, según la diferencia de temperamento, ocupan la imaginación del hombre que ha consumido Amanita muscaria. La euforia donde algunos saltan y otros bailan; o la angustia de algunos que experimentan un terrible pánico: un pequeño agujero les parece un enorme pórtico; una cucharada de agua, un mar.
M. de Lignac se basa en las afirmaciones de Kracheninnikow, profesor en la Academia de Ciencias de San Petesburgo, autor de una prolija Historia de Kamchatka. El estado en el que sume al individuo el consumo de Amanita muscaria, es similar al que se dice experimentan los turcos con el opio.
Todos los kamchatkenses aseguran que quienes consumen este hongo se excitan y su poder invisible les ordena hacer locuras, incluso acciones peligrosas para el propio individuo.
Refiere Kacheninnikow en su obra haber sido testigo del efecto que producido en un grupo de personas:
- Ese poder de la Amanita muscaria ordenó a un criado del teniente coronel Merlin, a estrangular a su superior.
- Otro hombre imaginó ver el infierno y un terrible abismo por donde el mismo se había precipitado al tiempo que una fuerza superior le ordenaba ponerse de rodillas y confesar sus pecados.
- El propio intérprete del profesor se puso tan furioso que quería abrirse el vientre con un cuchillo.
- Uno de los soldados que consumió una pequeña porción antes de ponerse en camino, recorrió un largo trayecto sin cansarse, más tarde volvió a consumir hasta embriagarse y fue cuando se apretó los genitales con tanta violencia que murió.
Este funesto suceso es el que toma en consideración Lignac para juzgar a la Amanita muscaria como un potente afrodisíaco. No puede negar que esta sustancia actúa particularmente sobre los órganos reproductores y que el referido infeliz, no pudiendo dominar la furia erótica que le agitaba, se vengó sobre las partes rebeldes.
Sin estar del todo seguro y para no comprometerse, termina afirmando que cualquiera de los investigadores y autores clásicos que han descrito los efectos de esta y otras sustancias, lo hubieran asegurado sin dudar.
Sin duda, anécdotas y curiosidades sobre los efectos psicotrópicos de algunos hongos, en particular de la Amanita muscaria, que podemos encontrar en la literatura de los siglos pasados.