Los hongos alucinógenos y la CIA

A principios de la década de los 50, y hasta 1964, la CIA desarrolló el proyecto MKUltra, también conocido como el Programa de Control Mental, autorizado por Allen Dulles, el director de la Agencia en ese momento.

Este programa secreto, tenía el objetivo de manipular el estado mental de un individuo, para debilitarlo y obligarle a decir la verdad durante un interrogatorio. LA CIA se gastó varios millones de dólares en desarrollarlo y hubo alrededor de 150 proyectos encuadrados dentro del programa en cuestión.

Se desarrollaron distintos procedimientos, entre ellos la administración de distintos productos químicos (LSD), con el fin de ser usados en interrogatorios de personas resistentes. El programa experimentó con ciudadanos estadounidenses y canadienses, algunas veces con su consentimiento y otras veces sin saberlo, incluso empleados del gobierno y de la misma CIA. Finalmente, el uso de LSD fue descartado porque sus efectos no se podían preveer.

Con este fracaso, los científicos de MKUltra continuaron buscando sustancias psicoactivas derivadas de productos naturales. El LSD había sido sintetizado accidentalmente por Albert Hofmann cuando estudiaba los alcaloides del cornezuelo del centeno (Claviceps Purpurea) y los científicos de la CIA pensaron que podía ser interesante el uso de otras sustancias de origen natural obtenidas de las plantas.

 

LOS HONGOS ALUCINÓGENOS DE MÉXICO

Los especialistas en control mental de la CIA habían oído que los indios mazatecas usaban semillas de un arbusto llamado piule (Turbina Corymbosa) como intoxicante, denominado ololiuqui por los aztecas.

A principios de 1953, un científico de la CIA viajó a México para recolectar ésta y otras plantas nativas ‘que tuvieran propedades anestésicas’, de alto valor narcótico y tóxico. En un mes había recogido sacos de material.

Durante su estancia en México, escuchó las historias recogidas por los frailes españoles en sus crónicas, sobre el uso de los hongos por los aztecas (teonanactl), descritas como ‘santas comuniones demoníacas’ (la crónica más conocida es la de Sahagún ‘Historia general de las cosas de Nueva España’ 1577). En esas ceremonias, el consumo de ciertas setas provocaba alucinaciones a quienes las ingerían. La CIA pensó en la utilidad de estudiar las propiedades de estos hongos.

La investigación fue encargada al químico Sidney Gotlieb, más tarde jefe de la División de Servicios Técnicos de la CIA (TSS) y responsable del proyecto MKUltra, junto a contratistas secretos, como James Moore, que trabajaba como químico en la farmacéutica Parke Davis & Co, recibiendo contraprestaciones a través de tapaderas, como becas de investigación por medio del Fondo Geschickter para la Investigación Médica (otras farmacéuticas, universidades y organismos ya habían trabajado para la CIA en la búsqueda de sustancias mortales o que producían alteraciones nerviosas a partir de plantas).

Una de las plantas que investigó Moore fue la denominada ‘palo de agua’, usada por nativos del Caribe para aturdir a los peces y capturarlos. Consiguió aislar varias sustancias, como el lisetin. Por sus estudios y trabajo, Moore tenía ‘excusa’ para interesarse por este tipo de sustancias procedentes de productos naturales. Conocedor de las historias sobre los hongos alucinógenos, intentó obtener más información sobre ellos, sin éxito.

En ese momento, Robert Gordon Wasson, VP de JP Morgan y micólogo aficionado, publicó en 1957 un artículo en la revista Life titulado ‘Seeking the magic mushroom’. En él, contaba su experiencia en una velada nocturna conducida por una sabia mazateca, María Sabina, en la que se consumieron ciertas setas con propiedades alucinógenas, allá por 1955, en una aldea llamada Huautla de Jiménez, en las montañas de Oaxaca. Ampliaría su historia y recopilaria los antiguos escritos de los religiosos españoles en el libro ‘Mushrooms, Russia and history’ y describiría las especies de setas alucinógenas utilizadas en las ceremonias mazatecas (Psilocybe) en el libro ‘Les champignons hallucinogenes du Mexique’, junto al micólogo francés Roger Heim.

Wasson llevaba varios años fascinado por el papel de los hongos en las distintas sociedades a lo largo de la historia y, en vista que , al igual que los aztecas, se seguían consumiendo en ceremonías secretas en lugares remotos de México, decidió visitar el país. El primer viaje fue en 1953, pero no sería hasta 1955 cuando participaría en la velada nocturna mencionada.

Aunque sus viajes eran privados, la red de informantes de la CIA se percató de sus éxitos y que había podido consumir el famoso hongo que provocaba alucinaciones (teonanactl). Fue así como James Moore contactó a Wasson, proponiéndole investigar las propiedades químicas de estos hongos, acompañándole en sus viajes a México, siendo financiados por el Fondo Geschickter para la Investigación Médica. La expedición estaba formada por los propios Moore y Wasson, así como Allan Richardson (fotógrafo y amigo de Wasson), Roger Heim (micólogo francés) y Guy Stresser-Péan (antropólogo francés).

En 1956, durante uno de sus viajes, pudieron participar en una de las ceremonias. De esos viajes, regresaron a USA con muestras de hongos usados en la velada, de los cuales intentó aislar el componente psicoactivo, pero se les adelantaron.

Fue el micólogo Roger Heim, quien consiguió cultivar los hongos a través de esporas y Albert Hoffman (descubridor accidental del LSD), en 1958, consiguió aislar y sintetizar los compuestos químicos que provocaban alucinaciones: la psilocibina, comercializada en forma de pildoras con fines ‘experimentales y terapéuticos’, y la psilocina.

La CIA pretendía que estos compuestos fueran secretos, pero finalmente sucumbieron y tuvieron que proveerse de las mencionadas píldoras. Compararon los efectos de la psilocina, psilocibina, mescalina y LSD-25, inyectando las distintas sustancias a presos, anotando todas las reacciones y alucinaciones que estos tenían, concluyendo que todas tenían un efecto similar. Sin embargo, el hongo mágico no fue nunca utilizado por la CIA en sus interrogatorios. Si bien provocaba ‘viajes extraños’, no se podía saber la certeza de sus delirios.

 

EL SUBPROYECTO 58

La web www.theblackvault.com/documentarchive/ es un repositorio de millones de documentos desclasificados del gobierno de EEUU, recopilados gracias a la Ley de Información (FOIA), que permite acceder a la información pública del gobierno. En este repositorio encontramos el MKUltra Briefing Book, donde se recogen los 149 subproyectos desarrollados.

El subproyecto 58 financió parcialmente los viajes de Moore y su expedición a México, en su investigación sobre los hongos alucinógenos.

 

Extracto del texto 'Los hongos alucinógenos, Wasson y la CIA', escrito por Carlos Illana-Esteban, Yesca 33: 20-25.